Se inauguró el parque introductorio: “El sueño de los árboles”, en el predio que fuera donado a la cooperadora escolar de la EEP 657 “Doctor Thomas Manuel de Anchorena” por Humberto Calis, en el año 1970.
Tiene una extensión de aproximadamente una hectárea y hace 12 años se realizó una plantación de 400 árboles nativos: algarrobos, lapachos, palo borracho, guayaibí y tunas, a raíz de la concienciación en el cuidado del medioambiente. Eso fue llevado adelante por el club de Ecoguardianes, por la instalación cercana de silos a cielo abierto, de los que provenían fuertes olores de los agroquímicos y polvillos por los movimientos de los granos. “Esto implicaba una amenaza en el ambiente por lo que se pensó en cortina de árboles”, explicó su directora Liliana Brizuela.
NUEVO APORTE A LA NATURALEZA
Cada dos niños plantaron un árbol al que apadrinaron y le colocaron un nombre: Majestuoso, Duende, Pachamama, Kity, Rosa linda, Luz, Facu, Pepe, entre otros tantos nombres. Todas estas acciones llevadas adelante por los docentes fueron acompañadas y supervisadas por la ingeniera agrónoma Verónica Palacios de la delegación del INTA de Pampa del Infierno.
Desde 2014 los niños de séptimo fueron los encargados de mantener la limpieza del lugar, podar los árboles y lo que en un futuro sería un lugar de esparcimiento y recreación. Ese futuro tan soñado llegó en el año 2024. Fueron el equipo directivo y docente quienes planificaron ideas y las plasmaron en este parque, creatividad e innovación fueron las premisas. Se unieron a este proyecto familias de los niños, con sentido de pertenencia, personal de servicio de nuestra Institución y colaboradores externos, que ayudaron a concretar el tan ansiado sueño.
El parque “El sueño de los árboles” fue intervenido y dividido por sectores, cada equipo pensó un nombre: Primer grado: “El bosque encantado”, segundo grado: “Construyendo sueños”, tercer grado y bibliotecaria: “Rincón alegría”; cuarto grado: “Verde loro”, quinto grado: “Sueños compartidos”, sexto grado: “Verde esperanza: Un lugar para soñar despiertos”; séptimo grado: “La naturaleza es el refugio de nuestras almas”, Bibliotecaria y Porteras: “El jardín de los sueños”.