“Transitamos un año de severas dificultades como consecuencia de la pandemia COVID-19. Cualquiera diría que no es necesario recordar que Chaco es parte de esa Argentina que, tras más de 200 días de aislamiento y restricciones, no solo no ha mejorado el aspecto sanitario sino que se encuentra sumergida en una de las crisis económica y social más importantes de la historia”.
“Para miles de chaqueños que han pasado a engrosar las estadísticas de desempleo, pobreza e indigencia, fue muy reconfortante escuchar al presidente de la Nación Alberto Fernández anunciar un programa de asistencia a municipios de todo el país “…No importa de dónde vienen, si son radicales, si son socialistas, si son peronistas o son independientes o son de Cambiemos, lo único que quiero saber es si quieren el mismo país que yo, que es un país más justo, más solidario y más integrado; si es así abracémonos y caminemos juntos…”.
Lo triste fue darse cuenta que era mentira. Chaqueños que se ilusionaron con un Estado que les permita levantar la mirada y comenzar a desandar un largo camino de contratiempos fueron abandonados a su suerte por el solo hecho de vivir en ciudades cuyos intendentes no son kirchneristas.
Señor presidente, señor gobernador: Este acto de discriminación va en contra del principio constitucional de igualdad. Seguramente no es algo importante para quienes acostumbran a incumplir las leyes y avasallar los poderes del Estado. Pero sepan que los perjudicados no son los intendentes, sino los chaqueños a los que les han arrebatando la esperanza de vivir mejor”.